He despertado hoy con la cama llena de algas.

Sacudiendo peces con alas y corales,he salido a las aguas,vestida de artesana.

Estoy ahora construyendo un arca,pero he vagado casi todo el dìa buscando un sitio alto en donde comenzar,con las piernas frenadas en la prisa por el agua alta de la inundación.

No sirve ni siquiera llamarse santa ni asegurar fe para ponerse a salvo del diluvio;es natural que si uno esta entre ríos permanezca algo húmedo; pero algo habrá que hacer con nuestras cotas,las aguas bajan turbias,y se llevan con ellas algo más que colchones.

He dicho entonces a buscar madera,y terminè sacándome las alpargatas tiesas por el barro de anoche,húmedas por la lluvia de esta mañana y saturadas de agua del diluvio de ahora.

Diluvio que camino bien descalza,guiada ,como pulgarcito,por el llanto de aquella que en la noche supo que la lluvia le cambiaba un cumpleaños por inimaginado duelo.

Por ese duelo que hoy lloramos todos estoy buscando pájaros.

No pienso invitar bípedos a mi arca,ni cosas que se arrastren.

Busco a los pájaros y madera seca; velas y sándalo,flores,ningún clavo.

Uniré vericuetos con saliva y arcilla amasada con mis dedos

Alta y sin rejas la haré,bien alta y alta en cuanto halle la cima;

alta y sin rejas,aunque lo dicho,hoy sólo busco pájaros.

Uno de cada pluma pondré para que luego

cuando baje el agua

cuando sea mansa

sólo florezca la tierra con mis plantas,perfumada de sándalo,

y alumbre vida nueva la dorada luminiscencia de candelas aromadas de miel.

Que sólo viva lo que tenga alas.

Gringa hoy espero.No dejes que el duelo te quite esperanza.