De verdad podrìa definir este estado como anhedonia. Una situaciòn cotidiana en la que no se halla pipeta capaz de titular mi acidez.
Camino aquì ,confusa, entre valles y cimas.
Hay,sin embargo, amables puentes que ayudan a unir unos y otras, en la opciòn más optimista. Lo habitual es que pierda el camino.
Pero es la ausencia mortal de las fuerzas lo que me deja en la obligada languidez del quedantismo.
Cuando buscando en recònditos bolsillos atesoro por fin una monedita,nìquel sobrante de ese tesoro que antes abundaba,me pongo de pie como una anciana y cruzo sobre el valle,me mantengo en una meseta consoladora,està bueno.Luego descubro que allì estoy bien. Lo arduo es conseguirlo.Cada dìa es una lucha.
Sin embargo,y para colmo,siempre hay en mì algo que grita
" disfrutalo,podrìa ser el ùltimo!"
Pero cuando me quedo sentada en la piedra mirando el oscuro nido de la sima; cuando lo siento como una atrayente fuerza seductora,cuando no puedo elevar mis ojos a las cimas y cuando las piernas no se mueven para encarar el puente,no me queda màs que este estado en que no me quiero ni a mì misma,este estado en el que vivo sumergida en la sidra.
Esta noche viajarè sin maletas; anoche hablè 14 horas.
Ningùn dìa hasta hoy fue mejor que otros,ninguna aurora me hallò serena,ninguna cama me dio descanso.
Hay momentos ,sì ,en los que floto.
Momentos hay en que me asombra el sonido de mi risa.
Tiempos cortitos en los que olvido el duelo.
Sè que camino para cruzar los puentes...;
de lo que estoy segura es que hoy no vuelo.
Sin embargo camino por estas calles mìas y la gente dirà " està igual que siempre!"
Noto aquellos ojos en mì, e igual mirada.
Sin embargo...podès creer ?
Ya no me importa.
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Escucho al Nano,y como siempre ,Borges,pone en mi ceguera un poco de su eterna luz:
La luna ignora que es tranquila y clara
Y ni siquiera sabe que es la luna;
La arena, que es la arena.
No habrá una cosa que sepa que su forma es rara.
Las piezas de marfil son tan ajenas al abstracto ajedrez
como la mano que las rige.
Quizá el destino humano
de breves dichas y de largas penas
es instrumento de otro.
Lo ignoramos;
darle nombre de Dios no nos ayuda.
Vanos también son el temor, la duda
Y la trunca plegaria que iniciamos.
¿Qué arco habrá arrojado esta saeta
que soy?
¿Qué cumbre puede ser la meta?
Escribir desde la ceguera debatido en la duda.
Enceguecer de a poco apretando los ojos para ahorrar luz.
Que angustia la del cirio que se acaba.
Duda de què harè en la oscuridad.
Esto que escribo ilumina por delante.
Camino,ahora,en busca de los puentes.